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La Fundación Impulsa cierra el curso 2024-2025 reconociendo el compromiso y la trayectoria de 340 jóvenes de todo el territorio

La Fundación Impulsa ha puesto punto final al curso 2024-2025 con actos de clausura en cada uno de los territorios donde está presente. Estos encuentros han sido una oportunidad para reconocer el compromiso de los jóvenes que han formado parte del proyecto y poner en valor el papel fundamental de mentores/as, empresas, centros educativos y entidades colaboradoras que lo han hecho posible.

Datos globales del curso 2024-2025 

Este curso, 340 jóvenes han sido becados gracias a la Beca Impulsa, y de estos, 212 han sido becados para un Ciclo Formativo de Grado Medio y 128 para uno de Grado Superior. De los jóvenes que finalizan los estudios, 85 se han graduado en el Ciclo Formativo de Grado Medio y 55 en Grado Superior. Esto supone un índice de graduación del 80%, muy por encima del 50% de la media catalana. Todos ellos acompañados por un total de 214 mentores, figura clave en su trayectoria por la Fundación Impulsa.

El acompañamiento de los jóvenes concluye con diversas acciones significativas:

  • 15 visitas a empresas en el marco del Programa Oportunidades, con la participación de 101 jóvenes.

  • Colaboración con más de 100 entidades y organismos donde nuestros jóvenes han realizado el voluntariado. 

  • Coordinación con más de 65 entidades y instituciones para la gestión de los jóvenes.  

  • 125 centros educativos donde nuestros jóvenes han cursado este curso un ciclo de FP, y 106 centros derivadores de jóvenes para el curso 2025-2026.
  • Las cinco ramas de estudios más escogidas han sido las de Sanidad, Informática y comunicaciones, Servicios Socioculturales a la comunidad, Administración y gestión y, finalmente, Hostelería y turismo, las cuales reflejan tanto el interés de los jóvenes como las necesidades actuales del mercado laboral.

Un curso de logros y crecimiento

Este ha sido un curso de transformación y consolidación para la Fundación Impulsa. Por un lado, hemos conmemorado el 10º aniversario ,una década trabajando para garantizar el acceso equitativo a estudios de Formación Profesional a través de becas y acompañamiento integral.

También ha sido un año de cambios institucionales: Andrea Carandell al frente de la entidad como nueva Presidenta, y Rosa Pujols que ha asumido la dirección general con el objetivo de reforzar el impacto del proyecto y mantener su crecimiento sostenido.

En el ámbito territorial, se ha incorporado el territorio del Gironès, donde 12 jóvenes ya han comenzado su itinerario educativo dentro del proyecto. Además, se ha reforzado la presencia territorial la incorporación de dos nuevos embajadores, Montse Argemí (Sabadell) y Xevi Corrons (Bages), que ayudarán a consolidar el arraigo de la Fundación en el territorio.

Una de las novedades más destacadas de este curso a nivel psicopedagógico ha sido la implementación de los itinerarios personalizados dentro del Método Impulsa. Esta herramienta ha permitido adaptar el recorrido formativo y de acompañamiento a las necesidades concretas de cada joven, teniendo en cuenta su realidad emocional, académica, profesional y social. Esta mirada integral favorece un acompañamiento más cercano, flexible y efectivo, que conecta con los valores fundacionales de equidad, compromiso y confianza en el potencial de los jóvenes.

Con todo ello, la Fundación Impulsa reafirma su compromiso de seguir trabajando para que ningún joven quede atrás por falta de oportunidades, y lo hace consolidando un modelo que conecta talento, territorio y transformación social.

Una historia de superación para inspirar a los jóvenes Impulsers.

Con la voluntad de seguir ofreciendo herramientas para el crecimiento personal y emocional de los jóvenes, desde la Fundación Impulsa hemos organizado una nueva sesión formativa con el objetivo de garantizar un acompañamiento integral a los jóvenes. En esta ocasión, el objetivo ha sido abordar las adicciones desde una mirada honesta y en primera persona, gracias al testimonio de Heribert Cortés.

Heribert, actualmente trabajando como integrador social, ha compartido con los jóvenes Impulsers su relato de vida: un recorrido vital marcado por la adicción a las drogas y, posteriormente, por un proceso de superación que le ha llevado a reconducir su proyecto personal y profesional.

¿Cómo empieza tu relación con las drogas?

«Soy un chico que viene de familia trabajadora, que vivía con muchas inseguridades, muy tímido, con una necesidad muy bestia de gustar a los demás y que, una vez terminado el instituto y no sacarme la ESO, empiezo a trabajar en la construcción con 16 años. Un año después, el 18 de julio, pruebo la droga en una cena de empresa y así empieza mi historia y dependencia. Paso por diferentes etapas de consumo, y con el tiempo empiezo a abusar, hasta que en poco tiempo me convierto en un adicto.»

¿Cuál ha sido el proceso hasta llegar a donde estás ahora, como integrador social?

«Mi historia con las drogas dura desde los 17 hasta los 33 años, con una temporada de abstinencia después de pasar por una comunidad terapéutica, pero que termina en recaída y con una adicción llevada al extremo más absoluto.*

*En 2019, con 33 años, ingreso en una comunidad terapéutica donde encuentro mi vocación, y decido cursar unos estudios para poder acompañar a personas que tienen la problemática que yo sufrí.»

¿Qué finalidad tienen las sesiones como la que has hecho con los jóvenes de la Fundación Impulsa?

«Participo en sesiones como estas con jóvenes para poder visibilizar el tema de la drogodependencia, ya que cada vez el inicio del consumo es más temprano y el riesgo de peligro se percibe cada vez más bajo por parte de los jóvenes. Con estas sesiones intento poder ofrecer una información que yo eché en falta a mi edad escolar.»

¿Cuáles son las claves para poder prevenir situaciones como la tuya?

«Creo que tener información sobre lo que son las drogas, cómo actúan y las posibles consecuencias, sería un buen comienzo. Educar desde bien jóvenes es una buena herramienta para empezar a concienciar. Y después, poder trabajar las habilidades sociales, tan importantes a lo largo de nuestra vida, y dotar de herramientas desde bien pequeños.*

*Sabemos que las drogas son malas, pero es importante trasladarlo no desde el alarmismo, sino desde el conocimiento. Y que hay muchas maneras de gestionar los imprevistos de la vida, muchas formas de encontrar la felicidad y muchas maneras de convivir con los malestares en general, sin tener que recurrir a ninguna sustancia. En resumen: que la vida puede ser maravillosa sin tener que consumir.»

¿Qué aprendizajes has extraído a partir de tu proceso de recuperación?

«Principalmente, conocerme a mí mismo, como aprendizaje muy general. Si desglosamos un poco más, a partir de saber cómo era he aprendido el valor de las cosas que hago, a valorarme a mí mismo, a comunicarme desde la calma, sin miedo al qué dirán, a decir te quiero… Todo muy ligado a la autoestima y a la necesidad de gustar a los demás, que es lo que me llevó al consumo y a la adicción.»

La sesión ha sido una fuente de inspiración para los jóvenes Impulsers, que han podido reflexionar sobre la importancia del autoconocimiento, la gestión emocional y la capacidad de superar obstáculos para construir un futuro mejor.

Educar en la adolescencia: la ponencia de Jordi Nomen en la Charla Divulgativa de la Fundació Impulsa.

Jordi Nomen, reconocido profesor de filosofía y experto en educación emocional y pensamiento crítico, fue el ponente de la novena Charla Divulgativa organizada por la Fundació Impulsa. Bajo el título Cómo hablar con adolescentes y que nos escuchen, la sesión reunió virtualmente a familias, docentes, mentores y profesionales de la educación con el objetivo de reflexionar y aprender herramientas para mejorar la comunicación con los jóvenes.

“Los adolescentes no son seres de otro mundo, son seres de nuestro mundo”, comienza Nomen en su intervención.

Adolescencia: un viaje hacia la autonomía

Con una metáfora inspiradora basada en el poema de William Ernest Henley, Nomen compara el paso por la adolescencia con una travesía marina, donde cada joven debe aprender a navegar por aguas llenas de incertidumbre, equipado con una brújula emocional y racional, y con un puerto-proyecto hacia donde dirigirse.

“Educar —dice— es ayudarles a ser capitanes de su propia alma: aprender a gestionar impulsos, tomar decisiones con sentido y aceptar que no se puede controlar el viento, pero sí orientar las velas.”

Romper los mitos sobre la adolescencia

Nomen dedica parte de su intervención a desmontar 10 mitos muy extendidos sobre la adolescencia: que han perdido la infancia, que solo buscan el conflicto, que ya no necesitan a la familia, que son irresponsables o que están esclavizados por la tecnología. Según Nomen, hay que dejar atrás estas visiones estigmatizadoras y entender que la adolescencia es una etapa fundamental del desarrollo humano, llena de vulnerabilidad, pero también de potencial y aprendizaje.

Comprender el mundo adolescente

A través de 15 puntos clave, Jordi Nomen ofrece una mirada profunda al mundo interior de los adolescentes, desde el peso de la responsabilidad que sienten, hasta la presión social, la construcción de su identidad, las primeras veces o su necesidad de experiencias reales y de confianza.

El discurso no enseña tanto como la experiencia. Los adolescentes aprenden de lo que viven, de lo que ven, no de lo que oyen en un sermón”, subraya.

También alerta sobre la necesidad de ayudarles a gestionar riesgos reales —como las adicciones, los trastornos de conducta o las presiones de las redes sociales— sin sobreproteger ni desproteger.

Los riesgos existen. No podemos encerrar a los jóvenes en una burbuja de cristal, pero sí enseñarles a navegar por ellos”, afirma.

Claves para una comunicación significativa

Acompañar en la adolescencia no es fácil. Por ello, Nomen pone énfasis en 12 claves para generar un acompañamiento emocional sólido, como:

  • Apego seguro: combinar amor y exigencia.

  • Tiempo de calidad y escucha real.

  • Coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos.

  • Diálogo conducido con empatía y paciencia.

  • Compartir experiencias y evitar etiquetas.

  • Permanecer presentes, ni como controladores ni como ausentes.

  • Efecto Pigmalión en positivo: esperar lo mejor de los jóvenes, pero ayudarles a prevenir lo peor.

También defiende el valor de recordar la propia adolescencia con realismo —sin idealizaciones— para establecer puentes intergeneracionales basados en el respeto y la comprensión.

Educar para la libertad y el compromiso

La intervención finaliza con una llamada clara:

“Debemos educar para la libertad y para el compromiso democrático. Que salgan y hagan del mundo un lugar mejor.”

La charla se cierra con un mensaje que conecta plenamente con la misión de la Fundació Impulsa: acompañar a los jóvenes en situación de vulnerabilidad para que puedan construir su futuro con confianza, herramientas y oportunidades.

Desde la Fundació Impulsa, agradecemos profundamente a Jordi Nomen por su ponencia clara, inspiradora y fundamentada, y a todas las personas asistentes por formar parte de este espacio de crecimiento colectivo.

Los 302 Impulsers y 266 mentores de este curso valoran con un excelente las formaciones de la Fundación Impulsa que les han acompañado en su crecimiento profesional y humano

A pocos días para terminar el curso de este año, desde la Fundación Impulsa ya hemos finalizado el plan formativo que ha acompañado a 302 jóvenes y 266 mentores, que tanto unos como otros han valorado con una media de 9 sobre 10. 

Los principales objetivos del plan formativo de este año han sido proporcionar herramientas para potenciar el desarrollo personal, académico y profesional de los jóvenes; formarlos con los compromisos y valores del método Impulsa; facilitar el acompañamiento y seguimiento de los jóvenes y de su relación de mentoría con el equipo psicopedagógico y crear vínculo y sentimiento de pertenencia de éstos con la Fundación Impulsa y con el grupo de iguales de su territorio (Impulsers). En esta línea, debe destacarse que de las opiniones recogidas por parte de los jóvenes, el contenido mejor valorado ha sido el relacionado con las habilidades emocionales. Así lo manifiestan algunos Impulsers:  “Todos tenemos un objetivo en esta vida, la mitad se quedan sin hacer nada al respecto, ya que creen que no pueden conseguirlo, lo que hace que se queden en el mismo lugar que están. Las posibilidades siempre existen y nada es imposible con el esfuerzo y dedicación que le ponemos a las cosas”, asegura un Impulser de Osona que está cursando Ciclo Formativo de Grado Superior. Igualmente, también valoran positivamente las formaciones relacionadas con las competencias profesionales: “Me gustó mucho la sesión, el punto de vista que tenía en Dionís para enfocar las adversidades y de la forma en que se expresaba fue muy TOP. Con esfuerzo, implicación y constancia todo se puede conseguir”, comenta otro joven de Grado Superior. 

También finaliza el plan formativo a los mentores, a través del cual se busca empoderar a estas personas que voluntariamente destinan su tiempo a contribuir al crecimiento personal y humano de los Impulsers. Con la voluntad de ayudarles a realizar este acompañamiento a los jóvenes, se les han ofrecido 51 sesiones formativas a lo largo de todo el curso, formaciones destinadas a dotarles de herramientas y recursos para tejer una relación de mentoría satisfactoria, así como también se les han ofrecido una serie de píldoras formativas sobre orientación académica y profesional, escucha activa, y dos más específicas sobre género y racismo, siempre desde la perspectiva del acompañamiento como mentores/as. Lo detalla la técnica de formaciones de la Fundación Impulsa, Marta Garrido: “Este año hemos apostado por incorporar también estas sesiones ya que queríamos ampliar y ofrecer contenidos más específicos que ayudaran a los mentores a realizar un acompañamiento integral y óptimo a los jóvenes Impulsers. El objetivo también ha sido aportar nuevos contenidos para aquellos mentores que ya llevan más de dos años colaborando con la Fundación”. Con la voluntad de que los mentores se sientan acompañados por sus iguales, se ha vuelto a apostar por un espacio donde se puedan encontrar entre ellos y compartir experiencias de forma presencial, ya que a petición de los mentores, la mayoría de formaciones a estas personas voluntarias se han realizado de forma virtual para facilitarles la participación. Carme es mentora del Bages y explica qué le han aportado estas formaciones. 

Itinerarios formativos a los jóvenes según sus necesidades 

En lo que se refiere a las formaciones a los jóvenes, este curso se les han ofrecido 209 horas de formación, divididas en 100 sesiones en competencias transversales y 18 sesiones en competencias profesionales que han contribuido a su crecimiento personal y profesional. 

Para ello, desde el equipo psicopedagógico de la Fundación Impulsa se han elaborado diferentes itinerarios formativos según cada perfil. A los jóvenes, se les ha ofrecido una formación u otra dependiendo de si estaban cursando estudios de FP de Grado Medio o de Grado Superior. Lo explica la Técnica de Programas y jefe de formaciones, Marta Garrido: “Este año el plan formativo dirigido a los jóvenes de Grado Medio se ha centrado en consolidar y continuar desarrollando las formaciones del curso pasado ya que se elaboró ​​un plan formativo muy ambicioso y las valoraciones por parte de los jóvenes y los formadores fueron muy satisfactorias. En este sentido, se han combinado formaciones en contenidos transversales y profesionales, priorizando las primeras en el caso de los Impulsers de primer y segundo año, y las segundas con los Impulsers que cursan Grado Superior, aspecto de mayor interés por este perfil de jóvenes que están más cerca de la incorporación al mundo laboral”. En esta línea, se han incorporado al plan formativo del pasado curso nuevas píldoras formativas en ‘soft skills’, formaciones específicas en cultura financiera y en la plataforma de LinkedIn, y cápsulas motivacionales a través de historias de personas con una trayectoria vital de éxito marcada por el esfuerzo, la motivación y la constancia que han permitido a los jóvenes aprender y tener una conexión directa con una persona profesional de su ámbito. Para ello, hemos contado con la colaboración de profesionales de diferentes empresas como Quadpack, Frime, o Tech Data, entre otros. 
 
Paralelamente a estos dos planes formativos y enmarcado dentro del Programa Oportunidades Laborales (programa de inserción y formación de los jóvenes en el ámbito laboral), se han mantenido las visitas a empresas en las que los Impulsers han podido conocer de primera mano ámbito profesional. Con esta misma voluntad, se ha realizado un año más la Jornada Impulsa Futuro. Y también se han continuado ofreciendo las clases de inglés gratuitas gracias al voluntariado de Quadpack y de los jóvenes de Sant Ignasi, que este año incrementan el número de plazas a ofertar. 
 
Actualmente el equipo técnico de la Fundación Impulsa ya está trabajando en el plan formativo para el próximo curso, en el que se tendrán en cuenta las opiniones recogidas tanto por parte de los jóvenes como por parte de los mentores y las necesidades detectadas a lo largo de este curso. 

  

Más de 100 personas se adentran en el cerebro adolescente a través de la charla ‘Herramientas prácticas para facilitar la regulación emocional en la adolescencia’, a cargo de la mediadora Sònia Méndez

Madres, padres, profesorado y personas mentoras, entre otros colectivos que en su día a día mantienen alguna relación directa con el mundo adolescente, han participado en la charla online que, bajo el título ‘Herramientas prácticas para facilitar la regulación emocional en la adolescencia’, ha ofrecido la Fundación Impulsa a manos de la mediadora familiar, laboral y comunitaria, Sònia Méndez. Un total de 115 personas se han nutrido y dotado de conceptos técnicos sobre el funcionamiento del cerebro humano, explicados de forma amena y llana.

Conocimiento, aprendizaje, herramientas de acompañamiento, ayuda, reflexión, comprensión, técnicas, recursos, paciencia, alegría, interés… son algunos de los conceptos destacados por las personas que han participado activamente de la charla y que afirman haber compartido un espacio en el que han encontrado un buen equilibrio entre conocimiento técnico y herramientas de aplicación prácticas, útiles y sencillas. 

Una realidad buscada por parte de la misma ponente, Sònia Méndez, que valora muy positivamente la sesión: “La jornada tenía como objetivo ofrecer conocimiento útil, práctico y necesario para acompañar a los jóvenes y creo que se logró con un gran éxito de participación y con las valoraciones positivas de las personas asistentes, dice.

Así, durante la sesión, las personas participantes pudieron conocer mejor el funcionamiento del cerebro adolescente para comprender cómo es el proceso de regulación emocional y de toma de decisiones; obtener herramientas para detectar el estado ajeno a través de la comunicación no verbal y las emociones que se esconden detrás de las primeras impresiones; dotarse de recursos sencillos y fáciles de recordar que les permitan facilitar la calma y la serenidad en momentos de crisis, actuando como mentores en el ámbito emocional, y adquirir mecanismos de escucha activa y técnicas que ofrezcan trucos para formular frases asertivas que permitan mantener conversaciones difíciles.

Sònia Méndez se dedica desde 2016 a la educación emocional ya promover el crecimiento profesional y personal. Se describe como una apasionada de la neurociencia y del comportamiento humano, de la regulación de las emociones y las relaciones sociales. En los últimos años se ha dedicado en cuerpo y alma a difundir su conocimiento y reivindicar la importancia de educar nuestras competencias emocionales. 

El acompañamiento que hacemos a los jóvenes es posible gracias a la red de agentes que se implican con el Método Impulsa. Por eso, y porque confiamos en los jóvenes y creemos que si les damos oportunidades pueden llegar a donde se propongan, entendemos que es esencial la formación de las personas que les acompañan para poder ofrecerles una mejor guía. Así, ésta es una de las muchas propuestas del plan formativo de la Fundación Impulsa que contribuye al crecimiento personal y humano de los Impulsers y también de las personas mentoras que voluntariamente acompañan a jóvenes para avanzar hacia una sociedad más justa y cohesionada. 

Confiamos en los jóvenes

Calle del Bisbe Morgades, 46
08500 Vic. Barcelona